jueves, octubre 18

Los síntomas

No hay tiempo por el momento para escribir y sí mucho que contar. Ya diré algo sobre pasar el cumpleaños en vela, con la mujer que amas en una cama, en el Seguro Social y los malos tratos de algunas enfermeras, la negligencia de algunos doctores y las soledades de muchos pacientes...

los cinco goles en una sala de hospital con enfermos y acompañantes... y una que otra enfermera (dos en realidad que fueron la excepción).

las ideas que llegan en la madrugada después de dormir unas cinco horas en tres días, fumar como mil tabacos y beber con asco tanto café de máquina como pude. Ver una parte de Quito desde un tercer piso...

Pero ya todo está pasando, por fortuna.
En un instante la vida puede cambiar y por suerte, en este caso, será sólo para bien porque el dolor de la operación, las malas noches y la angustia sólo son un síntoma de que aún estamos vivos y juntos, que es más de lo que merezco.

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