viernes, febrero 29

"Si me dijeran, pide un deseo..."

Silvio pediría un rabo de nube... “lo que queda de la nube” como dijiste vos un día.

Yo pediría un hombre al que pudiera amar con total devoción y vehemencia. Un hombre al que pudiera respetar por sus principios e ideales. Un hombre al que pudiera hacerle el amor todas las noches con una pasión siempre renovada. Un hombre que tuviera una voz fuerte que me acariciara suavemente cada vez que me hablara.

Un hombre con el que pudiera sentirme en paz conmigo, con la vida, con el mundo, aún en el ojo del huracán... Pediría un gran, gran amor, digno de un libro o una película o una canción... Una aventura que marcara mi vida, que me transformara, que fuera lo último que recordaría en el último de mis suspiros...

“Si me dijeran pide un deseo”, en este momento, quisiera recordar cuándo y cómo pedí todo eso. Estoy segura de haberlo pedido un día... Tal vez cuando era la niña que miraba la luna llena desde una ventana que dejaba entrar el viento de la noche. O cuando era la adolescente que soñaba con el príncipe que llegaría en caballo habiendo vencido su adverso destino para cruzar el círculo de fuego y liberar a la princesa que lo esperaba. O cuando era la mujer que quería alguien para compartir sus verdades, sus sueños, su sed por la vida.

Sí... debo haberlo pedido ya. Y debo haberlo pedido con tanta fe, que sólo así puedo explicarme la felicidad que descubro cada día a tu lado... Debo haberlo pedido... sino, ¿cómo estaría tan absolutamente segura de que lo encontré y de que todo lo que eres, todo lo que todavía no descubro y todo lo que nos falta por vivir, es todo, todo lo que siempre le pedía a la vida?

(perdón por robarme tu frase...)

lunes, febrero 11

¿Cuánto tiempo ha pasado?

... Desde esa mañana (¿o tarde?) en que te escribí esto, sentada en la terraza de un hotel en Baños de Agua Santa, mientras el viento del sur traía recuerdos del futuro e imágenes del pasado que se unieron en ese instante de paz frente a una gran montaña y a tus ojos iluminados por el sol...

"Así que este es el infierno al que nos trajo este "amor frágil y tierno" Este es el infierno al que todos nos condenaron por amarnos: el brillo del agua cayendo sobre nosotros, trayéndonos a Dios en cada gota de colores perfecta. Este es el infierno al que nos trajo nuestra pasión: el viento cantando entre los árboles el milagro de estar vivos para poder ver cómo nos cobijan las estrellas cuando dormimos abrazados. Tus ojos diciéndome que me aman mientras el viento sopla tan fuerte que derriba todos mis miedos pero deja intacta la quietud de tu mirada y la paz de nuestras almas al saber que fuimos, y que siempre seremos, esos dos locos que nunca renunciamos a querernos.

Este es el infierno: esta tarde tan hermosa que nos regala el cielo para poder verlo juntos mientras te digo que te quiero... esta tarde de un lugar que no conocemos pero al que pertenecen nuestros sueños. Así que este es el infierno al que todos nos condenan: el canto de los pájaros que nos cuenta que llegó un nuevo amanecer para nuestros besos, mientras te tengo a mi lado como la prueba de que Dios escuchó mis ruegos: un amor que me hace entender la libertad en medio de la tormenta y me dio un nombre nuevo: Tu amor que me salvó del cielo. Tu amor que, gracias a Dios, me salvó del cielo.

Sí... Murámonos de amor miamor... Murámonos de amor condenados en este Infierno. Abracémonos tanto hasta que el último aliento de vida abandone nuestros cuerpos. Besémonos hasta que nuestros labios se queden sin besos. Riámonos de todo lo que hicimos hasta que nuestros cuerpos no resistan tanta pasión por la vida. Hagamos el amor hasta quedar vencidos, mirándonos a los ojos con lo último de nuestras fuerzas para decirnos "te quiero". Caminemos las calles del mundo hasta llegar a morir del cansancio de tanto andar en la banca de un parque... tomados de la mano.

Sí... murámonos de amor miamor... Antes que vivir sin esto que somos los dos..."
¿Cuánto tiempo ha pasado miamor? A veces me parece que todo el tiempo que tomaría crear un universo entero... nos veo en un aquí y ahora lejanos. Pero cuando cierro los ojos y voy a ese rincón de mi memoria, mi piel se transforma, mis ojos se abren frente a esa montaña, el viento del sur vuelve a soplar entre los dos y soy otra vez ella... frente a ti... y escucho con total claridad las aguas y los pájaros y tus latidos y las horas que pasaban trayéndonos imperceptiblemente a este febrero. Y entonces entiendo... que el tiempo no ha pasado... Que seguimos sentados en esa terraza, llenos de fe y muertos de miedo... Y agradezco a la vida por la dicha de encontrarte a mi lado, siempre a mi lado, en nuestra casa, a salvo del cielo...

viernes, febrero 1

No te salves...


"No te salves... no te quedes inmóvil al borde del camino... "



Nuestro querido Mario Benedetti salió del hospital, donde estuvo internado desde el pasado 3 de enero. Lo sé porque leí las notas en varios periódicos, tomadas de la AP, que no sé que mismo es, pero intuyo, y no hay que ser muy inteligente, que es una de esas agencias de noticias de las que luego todos los medios toman notas y las publican igualitas.

Pero lo bueno es que ya salió. A continuación la nota tomada de El Comercio, pero que igual vi en otros medios.


Montevideo, AP

El escritor uruguayo, Mario Benedetti, fue dado de alta y está en su domicilio "haciendo vida normal", informó a la AP el viernes la directora técnica del sanatorio donde estuvo internado por una gastroenterocolotis.

"Se recuperó satisfactoriamente y puede hacer vida normal", dijo la directora, María del Huerto Brotos.

Recordó que el escritor de 87 años fue hospitalizado el 3 de enero, aquejado con una gastroenterocolotis que le produjo deshidratación e inflamación de colon.

"Estuvo internado en cuidados intermedios del 6 al 28 de enero, pero su recuperación fue total y al mediodía le hemos dado de alta", indicó Brotos.

"Se alegró mucho al entrar a su casa, reencontrarse con sus cosas", declaró por su parte su secretario, Ariel Silva, en entrevista con la AP.

Dijo que el autor de aclamadas novelas como "La tregua" y "Primavera con una esquina rota", colecciones de relatos como "Montevideanos" o "Esta mañana" y poemarios como "Poemas de la oficina" e "Inventario", descansó “como acostumbra” en las primeras horas de la tarde.

"Naturalmente deberá seguir una dieta especial, propia además, de su edad", anticipó. "Pero está muy contento".